¿Por qué sobre la acera?
Quizás lo dijo algún filósofo famoso, político, profesor, amigo, colega...pero estar sobre la acera para mí significa un Parado, Stop, Alto, Deténte, Semáforo en rojo y todo lo que se parezca para hacer una pausa en el camino para pensar.
Me dirán: pero siempre estamos pensando, no debemos pararnos en una acera para dedicarnos exclusivamente a esa actividad humana que tanto nos atormenta como pensar, sin la cual actuaríamos como bestias salvajes.
Pararse sobre la acera es subirse a un lugar que suele ser sinónimo de seguridad cuando transitamos en la calle (a menos que se atraviese algún motorizado abusador), representa vía libre para caminar sin la presión de los carros, es pararse a uno de los lados y no estar en la "mitad" para ser arrastrado, es como alejarse de la avalancha de vehículos para ver las cosas desde esa pequeña tarima que nos da una mejor visión de los hechos. También la acera representa el sitio de espera para que nos busquen o el lugar donde nos dejan.
¿Y para qué me interesa montarme sobre la acera si puedo estar cómodo en mi carrito con aire acondicionado? Porque ahí es donde crecen los árboles, donde nos detenemos a saludar a un amigo, nos paramos a despedirnos de mamá, ayudar a un anciano a cruzar la calle o esperar que escampe tras una fuerte lluvia.
Esa necesidad de detenerse suena contradictoria en un mundo donde hablamos cada vez más de velocidad, rapidez, inmediatez e instantaneidad...pero al formar parte de esa avalancha nos perdemos de tantas cosas maravillosas que están ocurriendo a nuestro alrededor, tan cerca y a la vez tan lejos.
En este refugio virtual quiero depositar los pensamientos y reflexiones que se producen en mí cuando me detengo sobre la acera para asombrarme de la realidad, analizarla, vivirla y sentirla en todo su esplendor. Espero sus comentarios y los invito a detenerse de vez en cuando y de cuando en vez Sobre la acera
Mary Kelzi